Sermones

Friday, May 15, 2015

El Feto es Una Persona Pequeña




Salmo 127: 3-5
3 He aquí, don del Señor son los hijos; 
y recompensa es el fruto del vientre.
Como flechas en la mano del guerrero, 

así son los hijos tenidos en la juventud.
Bienaventurado el hombre que de ellos tiene llena su aljaba; 

 no será avergonzado cuando hable con sus enemigos en la puerta.

El argumento que los ateos hacen es que la ubicación, posición del bebé es lo que hace que esté bien o mal el matar a los no nacidos. La clave que vende esta idea es la ubicación, ubicación, ubicación. Si el pequeño necesita el vientre de la madre para vivir, pero la madre no quiere compartirlo con él, ella puede abortar. En realidad, hay un gran porcentaje de personas que requieren un cuidado especial para poder sobrevivir: todos los bebés y niños pequeños, incluso algunos adolescentes. Además debemos de añadir a los de edad avanzada, los enfermos y gravemente discapacitados. Todos ellos requieren atención completa para ser viable.


Esta situación es similar a los derechos de los esclavos antes de la Guerra Civil americana. Los propietarios de esclavos discutían que los esclavos no eran personas reales y que la hacienda de ellos era de propiedad privada la cual el estado no tenía derecho a violar.


Algunos protestantes y católicos han hecho el argumento sorprendente de que el feto quizá no sea una persona, así que tal vez pueden ser asesinados muy temprano en el embarazo. ¿Por qué molestarse tratando de justificar lo indefendible? Incluso después de 50 años de adoctrinamiento fuerte en cuanto al Darwinismo, 90% de la nación todavía profesan ser creyentes en Cristo. Mientras tanto, en los últimos 36 años hemos matado a 49 millones de nuestros hijos. Uno de cada tres embarazos termina en aborto sancionado por el estado. Tanta matanza de niños no se puede justificar como algo humano o sea el amor al prójimo. Es decir, que el aborto no es bueno para el niño ni es bueno para la humanidad. Nuestra gente ha sido acondicionada a aceptar el aborto de la misma manera que la gente han sido llevadas a aceptar todas las formas de genocidio. Hay ocho etapas. 


Etapa 1. Los nacidos se enfrentan en contra de los no nacidos y luego los no nacidos "deseados"  se enfrentan mucho más en contra de los no nacidos "no deseados."  Como Planned Parenthood dice, "Cada niño un niño deseado."

Etapas 2 y 3. El indeseado no nacido (nonato) es llamado un "feto" o "Blastocisto" o "un pedazo o masa de tejido" al tiempo que el deseado no nacido (nonato) se le  llama "bebé": "¡Bebé a bordo!" dice la camiseta. Luego para deshumanizar mucho más a  otros niños, los “fetos” se les comparan con los animales: se refieren a ellos como a parásitos, insectos o enfermedades que deben ser exterminados. Dice Planned Parenthood, "Los bebés son ruidosos, malolientes y caros. A menos que uno los quiera..."

Etapa 4. El estado organiza y promueve el aborto en las escuelas públicas y en consultorios médicos.

Etapa 5. Los extremistas conducen grupos por medio de propagandas detestables obligando a los que son pro-vida a defender el valor de todos los no nacidos. Una vez que uno conscientemente admite que no hay ninguna diferencia biológica entre el indeseado y el no nacido (nonato) querido, la polarización es imposible.

Etapa 6. Las víctimas son identificadas por grupo y son apartadas en preparación para la etapa 7: exterminio. El exterminio rápidamente se convierte en asesinato en masa o el genocidio. Una vez que la sociedad ve a los indeseados como totalmente humano, entonces los 49 millones de muertos son vistos como un holocausto.

Etapa 8. Los líderes culturales niegan que algo terrible esté pasando.

Terry Partain



Friday, May 8, 2015

Ventaja, Sabiduría


"Cuando la sabiduría entrare en tu corazón, Y la ciencia fuere grata a tu alma, La discreción te guardará; Te preservará la inteligencia, Para librarte del mal camino, De los hombres que hablan perversidades... Serás librado de la mujer extraña, De la ajena que halaga con sus palabras, La cual abandona al compañero de su juventud, se olvida del pacto de su Dios. Por lo cual su casa está inclinada a la muerte,Y sus veredas hacia los muertos... Así andarás por el camino de los buenos, Y seguirás las veredas de los justos; Porque los rectos habitarán la tierra, Y los perfectos permanecerán en ella... "  
Proverbios 2:10-22


“El conocimiento envanece, pero el amor se edifica.” El conocimiento es dulce y agradable, pero la sabiduría entra en el corazón y habita allí dándonos discreción que nos preservará. Proverbios 2:10-22 nos deleita con un resumen de las tres bendiciones de sabiduría. En primer lugar, nos salva del camino de los malvados. En segundo lugar, nos salva de la mujer seductora que pertenece a otra persona. En tercer lugar, nos permite caminar en el camino de los buenos hombres.

El camino de los malvados tiene la intención de atrapar. Es por ello que la sabiduría se dice que nos librara. Hablan palabras que son groseras, vulgares e irreverentes. La intención es señalar a sus compañeros en la misma forma de hombría torcida y perversa. No sólo hablan de esas cosas, pero también se deleitan a decirlas. Han doblado tanto a sus conciencias que no tienen remordimiento ni vergüenza en decir o hacer cosas perversas y con abandono, disfrutan reirse y burlarse de las inhibiciones que luchan por mantener sus conciencias. La sabiduría nos permite que los veamos  como los patéticos que son y no ser intimidados o presionados para seguirlos en sus caminos vergonzosos.

El camino de la mujer errante también es una trampa. La sabiduría nos libra también de ella. Ella es la mujer prohibida que no le pertenece pero sin embargo se ofrece por sus palabras halagadoras. Ella abandona al compañero de su juventud, es decir, su marido. Se olvida del pacto de su Dios. Le había dado su voto a Dios como testigo y ella profana ese voto como si Dios no fuera nada. Un hombre sabio lo puede ver. Sabe a dónde lo lleva su camino. Es el camino de la muerte. Quien no teme a Dios no le importa cuánto ella podría dañar.  A ella no importa su vida ni la de los queridos de usted. Un hombre sabio ve la inclinación de la casa de ella. No es nivel pero bastante inclinada hacia abajo, hacia abajo hacia el pozo de la muerte. Todas sus veredas resbalan hacia abajo hacia la muerte. La adicción imprudente a una emoción tiene una mirada morbosa y muy poco encanto a los ojos de los sabios.

El camino de los hombres buenos es el camino de la rectitud. No hay hombre bueno si él no es justo. Los justos son rectos, hombres de integridad y de valor resuelto. Son ellos los que habitará en la tierra. Como en el Salmo 37:9, 11, 22, 29, heredarán lo que Dios quiere que sus hijos tengan. Esperan en el señor. Son mansos y gozarán de paz. Ellos son bendecidos de Dios y justos. Para habitar en la tierra implica vida, vida real, el tipo de vida que Dios manda. 

Terry Partain