Sermones

Tuesday, July 18, 2017

Errores Evangélicos



Tenemos que pelear una gran batalla hoy contra la incredulidad, la inmoralidad y la filosofía atea y necesitamos aliados desesperadamente, pero no tan desesperadamente en cuanto a dejar a un lado las enseñanzas explícitas de nuestro Señor.  Aprecio a los “evangélicos” que con valor desafían las fuerzas negativas que corrompen nuestros hogares y que claman a su pueblo a que vuelvan al patrón de la Biblia de la vida santa, pero yo no puedo ignorar ciertos errores cuyo proposito es el de destruir la confianza de las Escrituras, así como la fe enseñada por Jesucristo.

1. La Salud y Riqueza. Es satánico enseñar que Jesús prometió a los fieles un cuerpo sano y  éxito financiero. Él nos prometió una "cruz" en esta vida (Mateo 16:24) y una "corona" cuando nos resucite de los muertos (2 Timoteo 4:8). ¿Qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo y perdiere su alma?

2. La Mercadería del Evangelio. Jesús había echado los cambistas del templo, hoy día ellos ponen sus ventas en los vestíbulos de las iglesias evangélicas. Quieren imponer el diezmo del Antiguo Testamento. Ofrecen carnavales y bingo al público, prometiendo además que, si uno da la "ofrenda de semillas," que Dios les hará ricos.

3. Las Lenguas Fraudulentas. Las lenguas habladas por los apóstoles eran idiomas identificables (Hechos 2:6-11) que incluso los incrédulos que vinieron de esos países hablaban las lenguas extrajeras, podían entender y admirar. Las lenguas de los evangélicos hacen que los incrédulos se burlen y se rían, porque no son idiomas verdaderos. Aunque ellos están seguros de que están alabando a Dios, pero el niño inocente sabe que están farfullando. Como en el cuento del Traje del Emperador, el niño grita "¿por qué no esta el rey con ropa?" Si ésa es la prueba del Evangelio, Jesús debe ser un fraude. ¡En ninguna manera!

4. Los Milagros Estafadores. Los verdaderos milagros de Jesús fueron innegables e impresionantes sin teatro. Curaron a gente quienes nacieron ciegos o cojos. Los muertos fueron resucitados. Los enemigos nunca intentaron negar estas señales maravillosas, sin embargo cuestionaban sus credenciales o la autoridad de Jesús. (Mateo 12:24) El Evangélico reclama tener la autoridad que Jesús dio a los apóstoles para sanar enfermedades, pero cuando viene una persona enferma a ellos, en vez de sanar como los apóstoles lo hicieron en un instante, oran como cualquier cristiano puede orar esperando que Dios tenga misericordia del enfermo. No es milagro, ni señal, ni maravilla. Cuando los evangélicos dicen que los milagros de los apóstoles no fueron diferentes que los de ellos, disminuyen los milagros verdaderos. Para exaltarse a sí mismos, ellos tambien disminuyen la verdad.
Necesitamos aliados pero no aquellos aliados que enseñan un evangelio diferente que el de la Biblia. Gálatas 1:6-9. Si Dios maldice la falsedad y el engaño de ellos, nosotros no debemos de apoyarles en sus errores. TP

Friday, March 10, 2017

El Pecado de La Pobreza




Ahora pues, tenga paciencia conmigo mientras hablo un poco de tontería. Escucho un argumento, fuerte y convincente, que mis amados santos hacen contra los pecados de la pobreza. Hay incluso escrituras que lo respalde. No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario; No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios.” (Proverbios 30:9) Pero permítame mostrarle cuán muy mal es la pobreza. Voy a demonstrar que la pobreza está matando a la iglesia y está apagando su luz.

La pobreza es un círculo vicioso que sigue repitiéndose, generación tras generación. Empuja a las personas a que se repitan los mismos errores que causan la pobreza. Corre a hombres y a mujeres de la granja donde son pesadas las cargas cotidianas de la vida. Aunque la vida rural hace el hogar más fuerte, los niños se comportan mejor, y todos más sanos, los agricultores viven y mueren muy pobre. ¿Ve usted cuán mal es la pobreza?

En la ciudad, el miedo de la pobreza conduce al papá a que trabaje en una fábrica o negocio donde puede ganar más dinero, pero nunca es suficiente para sostener a los niños. Nuestras ciudades nos han dado dos soluciones a su problema: la educación pública para enseñar a los niños a escapar de los males de la pobreza y el empleo para las madres por lo que pueden traer más ingresos a la familia y menos hijos para ser sostenidos. Las madres con empleos no pueden tener tantos hijos y criarlos bien. Observar, la pobreza ha impedido los nacimientos de muchos niños y al mismo tiempo ha disminuido la influencia de las madres sobre sus hijos. Además, la pobreza ha alejado a las esposas de sus maridos y las ha atraído más cerca a hombres extraños por largas horas de trabajo. La pobreza es la causa en gran parte del adulterio, el divorcio, y el alejar a los niños de sus padres.

Por el temor a la pobreza, los santos envían a sus hijos, cinco días a la semana, seis horas (a veces hasta doce horas) al día, desde una tierna edad para ser educados por extraños, muchos de los cuales ya han perdido su fe y la integridad moral, hace años atrás. Los padres saben que los pequeños tendrán que soportar las enseñanzas que ridiculizan a la Biblia y dudan la moral del Evangelio. Los padres esperan que de alguna manera la suave arcilla que han puesto en manos de los maestros de escuela no será moldeada a la imagen de sus maestros. Temen lo que pueden hacer los maestros mundanos, pero temen la pobreza aún más. ¿Ver la pobreza como mal es?

Estamos tan seguros de que la pobreza es mala, que instamos a nuestros jóvenes a retrasar el matrimonio durante los años cuando sus deseos de casarse y procrear están más fuertes. Su capacidad de concebir ha llegado a una etapa ideal, tanto que el miedo a la pobreza les hace temer y despreciar la procreación. La pobreza les hace fornicar en lugar de casarse. A pesar de todos los medicamentos, venenos y técnicas ansiosas, los bebés se conciben y nacen en la pobreza. Los bebés son despreciados porque ahora son tan malos como la pobreza porque añaden a los males de la pobreza. Incluso cuando las parejas jóvenes se casan, la pobreza exige que no tengan hijos, porque todo el mundo sabe que los bebés destruyen la prosperidad. ¿Quién puede costear el lujo de tener un bebé? Son una inversión de millones de dólares. Cuando que una joven pareja puede permitirse el lujo de tener hijos, son quince o veinte años más allá de su fecha de vencimiento y si puede concebir todavía, tienen que conformarse con una, quizás dos. La pobreza causa el sin hijos a despreciar a esas pobres almas que eligen tener y criar a familias grandes.

El reloj sigue marcando al tiempo. Estamos empezando a ver los verdaderos males de la pobreza, los frutos de nuestras elecciones. Los nombres de familia están muriendo por falta de descendencia. Las iglesias carecen de niños. Los barrios están desprovistos de la bulla de niños. Son silenciosos como un cementerio salvo los viejos caminando con sus perros. Mira lo que la pobreza ha hecho a nosotros.
¿Qué dijo Jesús acerca de la pobreza? “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? ... pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. 34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.”  (Mateo 6:25-34)

¿Es la pobreza de verdad tan mala? ¿Vale la pena sus ambiciones económicas y profesionales cuando el costo es la pérdida de su matrimonio y todos los hijos que Dios pueda estar dispuesto a darle? ¿Cuál es la meta de su vida? ¿Vale la pena sacrificar su alma o las almas de sus hijos para lograr una mecedora en un pueblo de retiro en Florida? ¿Con qué propósito vive usted? ¿Para qué está trabajando?

Es demasiado tarde para que el ancianito procreara. Desgraciadamente es demasiado tarde para deshacer gran parte del daño que hemos hecho por nuestro temor de la pobreza, pero no es demasiado tarde para arrepentirse de lo que hemos pensado y enseñado a nuestros jóvenes. Redescubrir la fe que Jesús nos ha enseñado y aplicarla en nuestros hogares y familias. “Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; 25 Mas la palabra del Señor permanece para siempre.1 Peter 1:24-25.