Salmo 127: 3-5
3 He aquí, don del Señor son los hijos;
y recompensa es el fruto del vientre.
4 Como flechas en la mano del guerrero,
así son los hijos tenidos en la juventud.
5 Bienaventurado el hombre que de ellos tiene llena su aljaba;
no será avergonzado cuando hable con sus enemigos en la puerta.
3 He aquí, don del Señor son los hijos;
y recompensa es el fruto del vientre.
4 Como flechas en la mano del guerrero,
así son los hijos tenidos en la juventud.
5 Bienaventurado el hombre que de ellos tiene llena su aljaba;
no será avergonzado cuando hable con sus enemigos en la puerta.
El
argumento que los ateos hacen es que la ubicación, posición del bebé es lo que
hace que esté bien o mal el matar a los no nacidos. La clave que vende esta
idea es la ubicación, ubicación, ubicación. Si el pequeño necesita el vientre
de la madre para vivir, pero la madre no quiere compartirlo con él, ella puede
abortar. En realidad, hay un gran porcentaje de personas que requieren un
cuidado especial para poder sobrevivir: todos los bebés y niños pequeños,
incluso algunos adolescentes. Además debemos de añadir a los de edad avanzada,
los enfermos y gravemente discapacitados. Todos ellos requieren atención
completa para ser viable.
Esta
situación es similar a los derechos de los esclavos antes de la Guerra Civil
americana. Los propietarios de esclavos discutían que los esclavos no eran
personas reales y que la hacienda de ellos era de propiedad privada la cual el
estado no tenía derecho a violar.
Algunos
protestantes y católicos han hecho el argumento sorprendente de que el feto
quizá no sea una persona, así que tal vez pueden ser asesinados muy temprano en
el embarazo. ¿Por qué molestarse tratando de justificar lo indefendible?
Incluso después de 50 años de adoctrinamiento fuerte en cuanto al Darwinismo,
90% de la nación todavía profesan ser creyentes en Cristo. Mientras tanto, en
los últimos 36 años hemos matado a 49 millones de nuestros hijos. Uno de cada
tres embarazos termina en aborto sancionado por el estado. Tanta matanza de
niños no se puede justificar como algo humano o sea el amor al prójimo. Es
decir, que el aborto no es bueno para el niño ni es bueno para la humanidad.
Nuestra gente ha sido acondicionada a aceptar el aborto de la misma manera que
la gente han sido llevadas a aceptar todas las formas de genocidio. Hay ocho
etapas.
Etapa 1.
Los nacidos se enfrentan en contra de los no nacidos y luego los no nacidos
"deseados" se enfrentan mucho
más en contra de los no nacidos "no deseados." Como Planned Parenthood dice,
"Cada niño un niño deseado."
Etapas 2 y
3. El indeseado no nacido (nonato) es llamado un "feto" o
"Blastocisto" o "un pedazo o masa de tejido" al tiempo que
el deseado no nacido (nonato) se le
llama "bebé": "¡Bebé a bordo!" dice la camiseta.
Luego para deshumanizar mucho más a
otros niños, los “fetos” se les comparan con los animales: se refieren a
ellos como a parásitos, insectos o enfermedades que deben ser exterminados.
Dice Planned Parenthood, "Los bebés son ruidosos, malolientes y caros. A
menos que uno los quiera..."
Etapa 4.
El estado organiza y promueve el aborto en las escuelas públicas y en
consultorios médicos.
Etapa 5.
Los extremistas conducen grupos por medio de propagandas detestables obligando
a los que son pro-vida a defender el valor de todos los no nacidos. Una vez que
uno conscientemente admite que no hay ninguna diferencia biológica entre el
indeseado y el no nacido (nonato) querido, la polarización es imposible.
Etapa 6.
Las víctimas son identificadas por grupo y son apartadas en preparación para la
etapa 7: exterminio. El exterminio rápidamente se convierte en asesinato en
masa o el genocidio. Una vez que la sociedad ve a los indeseados como totalmente
humano, entonces los 49 millones de muertos son vistos como un holocausto.
Etapa 8.
Los líderes culturales niegan que algo terrible esté pasando.
Terry Partain
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