Sermones

Thursday, April 21, 2016

La Justicia No le Protege de la Bala





Debio de haber existido mucha emoción entre los discípulos de Jesús cuando recibieron noticias acerca de lo que Pilato había hecho en el atrio del templo. Le contaron de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con sus sacrificios. (Lucas 13) Esto es todo lo que sabemos sobre el incidente. 

El templo tenía un atrio exterior para los gentiles, pero fue prohibido entrar en el atrio de las mujeres judías, por supuesto el atrio más adentro de los hombres judíos o ciertamente el atrio sacerdotal donde el altar de holocausto y el mar de bronce se encontraban a las afueras del lugar santo. De vez en cuando un hombre no sacerdote entraba en el atrio de los sacerdotes para cumplir con los requisitos legales de ciertos sacrificios. Posiblemente estos galileos estaban precisamente haciendo eso, colocando sus manos sobre el sacrificio confesando sus pecados antes del sacrificio del animal ofrecido en sacrificio por sus pecados. Cualquiera que haya sido la razón, los soldados intentaron pasar cruzar las barreras para detener a los gentiles y a todos los inmundos fuera. Marcharon directamente hacia atrio de sacrificios con espadas desenvainadas y derribaron a los que estaban ofreciendo sacrificios. Esto es bastante aterrador.

Uno podría suponer que estaban en un lugar bastante seguro haciendo sólo lo que complace a Dios. ¿Por qué no fueron protegidos por ese mismo Dios? El pensamiento predominante entre los judíos era de no tratar la culpabilidad de los soldados sino más bien la culpa de las victimas. Debieron haber sido grandes pecadores, ya que Dios les permitió que fueran degollados. ¿Verdad? Jesús dijo: ¡no! “¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.” (Lucas 13:1-5) Incluso algunos comentaristas modernos asumen que estos debieron haber sido agitadores y que merecían tal castigo. 

Supongo que creemos que, si somos cristianos fieles, Dios detendrá a los hombres malvados para que no nos lastimen. Incidentes como estos nos inquieta y daña nuestro sentido de seguridad. Por otra parte, si los hombres malos no nos lastiman, debe ser una prueba de que Dios me protege porque me acepta como justo, o al menos lo suficientemente justo. Así que, si estoy seguro, ¿de qué debo arrepentirme? Si estoy feliz y satisfecho, ¿por qué necesito escuchar a alguien que corrija mis pecados? Jesús responde, "¡No en absoluto!"... "y si no te arrepientes, ¡puedes estar seguro de un destino mucho más peor que el de aquellos galileos!” Muchas cosas malas le suceden a gente buena.tp


No comments:

Post a Comment