¿COMO SABE USTED?

Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escritura. 
I Corintios 15:3-4

           ¿Cómo sabe usted que nuestro querido hermano vive para ser levantado de entre los muertos cuando Jesús venga otra vez? Bueno, el apóstol Pablo ha contestado esa pregunta al recordarnos que el evangelio al que creemos afirma que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras; y que fue sepultado y resucitado al tercer día según las Escrituras. (1 Corintios 15:3-4)  Además afirma que Jesús apareció a Pedro y después a los doce.  Después apareció a más de 500 hermanos a la misma vez, de los cuales muchos vivían aún cuando la carta fue escrita, v. 6. Si usted hubiera vivido en aquel entonces hubiera podido preguntarles por si quizás usted hubiera tenido alguna duda en cuanto a su competencia como testigos.

            El argumento es entonces: “Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?” (v12)  Esa es una pregunta razonable.  ¡Creemos que los hombres pueden resucitar y seguramente resucitarán de los muertos para confrontar la eternidad delante de un justo Dios precisamente porque Jesús lo ha hecho ya! Toda la evidencia que apoya el hecho de que Jesús vive en el cielo, sentado a la diestra del padre, confirma todas las enseñanzas de Jesús acerca de nuestra propia resurrección de los muertos. Cada milagro maravilloso que Jesús realizó para demostrar que Él es nuestro cuidador providencial, el Hijo de Dios Todopoderoso está justificado por el milagro de la resurrección de Jesús de entre los muertos al tercer día después de su muerte en la Cruz.

            ¿Cuál evidencia? Temprano en el tercer día, María Magdalena encontró que la piedra de la tumba de Jesús fue rodada o sea removida. Ella corrió hacia Pedro y Juan, diciéndoles lo que había visto.  Ellos regresaron corriendo a la tumba y la encontró vacía excepto las prendas funerarias con las cuales Jesús se había vestido cuando lo dejaron allí. Ellos eran tan jóvenes en aquel entonces y llenos de fortaleza por su juventud que corrieron de aquí y allá en su entusiasmo. María Magdalena se quedó atrás, mientras que los dos hombres volvieron a la ciudad. Permaneciendo allí llorando por esta segunda tragedia (porque pensaban que alguien se había llevado su cuerpo destrozado), dos ángeles  se sentaron repentinamente en el lugar donde había sido puesto el cuerpo de Jesús y la asustaron preguntándole, “Mujer, ¿por qué lloras?” Mientras que ella respondía a los ángeles, Jesús apareció y expresó la misma pregunta. Ella empezó a repetir la misma respuesta a Jesús hasta cuando Él le dijo a ella, “María.” En ese momento ella se volteó completamente para verlo y le dijo, “Maestro.”.

El próximo domingo, Jesús se congregó con el grupo de discípulos, y este patrón continuó durante cuarenta días. ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!

 ¿Por qué creo que mis hermanos fieles quienes han salido de esta vida están con el Salvador? Porque creo que Jesús se ha ido adelante de nosotros y desde del cielo regresara trayendo a los fieles con Él y así que estaremos con el Señor para siempre. 1 Tesalonicenses 4:17


Terry Partain